El SIEI (Seminario Internacional de Educación Integral), es una iniciativa de la Fundación SM que, con carácter anual reúne a especialistas de diferentes países y ámbitos de la educación, para debatir sobre su importancia en un mundo en constante transformación.
Entre el 12 y el 13 de diciembre se celebró en São Paulo el 3º SIEI Brasil 2017, con el tema «Desarrollo integral y Aprendizaje: el mismo derecho, varias realidades«.
En lo que respecta a las actividades realizadas durante la primera jornada del Seminario, debe destacarse el conversatorio que reunió a jóvenes implicados en proyectos educativos y representantes del Tercer Sector, que están desarrollando diversos mecanismos para fomentar la inclusión socioeducativa de niños y jóvenes.
De las diferentes intervenciones se extraen tres importantes conclusiones:
- Existen múltiples espacios educativos (calles, barrios, plazas, etc.) que deben ser reconocidos como tales.
- La educación integral está llamada a combatir las desigualdades que están frenando el desarrollo nacional de Brasil como país. «El proyecto de la educación integral no sólo consiste en desarrollar algunas habilidades, es una forma diferente de percibir el mundo, el desarrollo humano en su integridad. Eso es lo que hace la diferencia» (Mónica Franco, superintendente del Cenpec ).
- La escuela pública debe convertirse en un espacio que reconozca las identidades diversas, así como las barreras que los brasileños enfrentan todos los días. «Si la escuela pública puede ser la máquina de hacer la democracia, necesitamos reconocer quiénes somos, qué queremos y hacia dónde queremos ir» (Natacha Costa,Cidade Escola aprendiz ).
- «Además de ser democrática, la educación debe prestar atención a cuestiones como la falta de interés por las clases y el abandono escolar» (Pilar Lacerda, Fundación SM)
A este conversatorio le siguieron muchas otras intervenciones de especialistas, entre ellas, la conferencia de José Miguel Wisnik, que defendió la idea de que “la educación sólo puede ser vista como un proyecto de país si está totalmente integrada a la cultura”. Para ello, defendió Wisnik, las escuelas y los agentes de educación deben aprender a crear vínculos, a considerar la diversidad cultural brasileña en las acciones educativas en todo el territorio nacional.
Durante la segunda jornada, la educadora canadiense Catherine L’Ecuyer expuso la idea de que “la crisis educativa es, principalmente, una crisis de atención». A partir de ese juicio, la autora del libro «Educar en la Curiosidad», habló sobre los factores que reducen la capacidad de los niños para permanecer atentos y esbozó actitudes de padres y educadores que pueden ayudar a recuperar y preservar esa habilidad innata.
Se realizaron además dos conversatorios. El primero de ellos reunió a especialistas de la función pública para debatir sobre el papel de las políticas públicas para garantizar el derecho a la educación integral y de la importancia del cumplimiento de las metas del Plan Nacional de Educación (PNE).
“Garantizar la existencia de recursos es condición imprescindible en un país con un sistema educativo históricamente desigual”, subrayó Anna Helena Altenfelder, presidenta del Consejo de Administración. En el mismo sentido, alertó la Secretaria Estadual de Minas Gerais Macaé Evaristo dos Santos: «La meta 20 [del PNE], de financiación, parece que es un privilegio, pero sólo estamos pidiendo el derecho a la educación. Sin la Bolsa Familia, la evasión escolar va a volver a crecer”.
El segundo conversatorio que sirvió como cierre del Seminario, buscó facilitar un debate inspirador sobre el modelo de educación para el Brasil que queremos, partiendo del libro “Educación de Alma Brasileña”, apoyado por la FSM, Fundación Itaú Social e Instituto C & A, donde se discute la historia de la Educación Brasileña a la luz de las ideas de sus grandes educadores.
Helena Singer, de la organización Ashoka, inició la discusión destacando que éste es el momento de repensar la historia de la educación nacional. «El modelo de educación que tenemos no es brasileño, fue formulado en el hemisferio norte. Sólo haremos una contribución al mundo si compartimos nuestra diversidad, nuestra cultura, y no nos quedamos siguiendo un proyecto que no es nuestro», afirmó. «La idea no es sólo relatar buenas experiencias, sino también los conflictos de nuestra propia alma. Brasil es violento y desigual, y no se puede esconder ese hecho si queremos hablar de nuestras potencialidades».
En la misma línea Jéssica Moreira (Coletivo Nós, mulheres da periferia), señaló que «La escuela sólo será verdaderamente brasileña cuando nosotros, los negros, que somos más de la mitad de la población, seamos mayoría no sólo en los índices de encarcelamiento, sino también en los espacios de poder».
Para finalizar, Marcelo Palmares (Pombas Urbanas) subrayó la importancia de la conexión entre educación y cultura: «Nos quieren colocar en cajitas, pero nuestra diversidad no cabe en cajitas. Somos muy diversos. En este cuerpo negro también hay sangre indígena y europea, esa fusión no cabe dentro de las aulas, tiene que estar dentro de un espacio cultural»
Fuentes:
Itaú Social
Centro de Referências em Educação Integral