El pasado diciembre de 2016 tuvo lugar la reunión sobre “Juventud, aprendizajes y transformaciones curriculares en América Latina, organizada por OREALC-UNESCO Santiago y la Unidad de Currículum y Evaluación del Ministerio de Educación de Chile. A la que también asistieron 30 representantes de actores sociales regionales, especialistas en educación, equipos técnicos de ministerios de educación de otros países y agencias de Naciones Unidas.
El objetivo del encuentro fue plantear un debate sobre los aprendizajes relevantes y pertinentes para la juventud en la región, en el contexto del escenario de transformaciones educativas y curriculares planteado tras la adopción de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030.
Esencialmente los debates giraron en torno a cómo se puede avanzar hacia sistemas educativos accesibles, que integren al conjunto de los jóvenes, pero conservando los mismos niveles de calidad para todos. Unido a esto, la principal conclusión a la que apuntaron los expertos, es la necesidad de hacer al joven partícipe de su propia educación, abandonando el modelo tradicional que los convertía en receptores pasivos de información.
Un resumen de las intervenciones de los expertos que asistieron a la reunión, pueden encontrarse en el siguiente vídeo elaborado por Unesco Chile.
La clave para convertir a los jóvenes en agentes activos, según los expertos, pasaría por diseñar curriculums que incluyesen espacios donde el propio joven definiera áreas de interés. En este sentido, los jóvenes demandan conocimientos útiles para la vida (aprender de la organización del mundo, pensamiento crítico, conocerse a sí mismo, saber de ciencias, artes e idiomas, aprender a transformar y a emprender).
Uno de los espacios de la reunión estuvo dedicado a analizar conjuntamente los resultados de la consulta pública a la juventud, organizada por la OREALC/UNESCO Santiago “Diles qué quieres aprender”, en la que participaron 60.000 jóvenes de 39 países de la región.Todavía no se han hecho públicos los resultados de la consulta, pero ya se han adelantado algunas de sus conclusiones. Los jóvenes de la región demandan un tipo de aprendizaje más holístico, integrativo y desde la perspectiva del aprendizaje a lo largo la vida. Quieren entornos educativos donde se respete la diversidad (de género, raza o religión), así como la apertura a otras fuentes, recursos y medios para acceder, producir y compartir conocimiento.
En resumen, los jóvenes latinoamericanos parecen buscar experiencias de aprendizaje que transcienden las fronteras de la educación formal, que les permitan aprender aquello que necesitan para una vida de ciudadanía en la que puedan desenvolverse y transformar la desigualdad en la que viven las sociedades latinoamericanas.