Bajo este título sugerente tres organizaciones fundamentalmente lideradas por jóvenes españoles (Global Shapers, Quiero salvar el mundo haciendo marketing y Two Much), con el apoyo de Fundación Universidad Empresa y ABANCA, iniciaron un proyecto en junio de 2015 para reflejar de manera científica la realidad de los jóvenes en España, observándoles, escuchándoles y analizando su situación. Se subieron a una auto-caravana y recorrieron 25 ciudades durante 30 días, período durante el cual realizaron 60 entrevistas en profundidad a mujeres y hombres de entre 21 y 30 años, seleccionados con sólo dos coordenadas fijas, su edad y su género. Para complementar la investigación realizaron igualmente una encuesta mediante cuestionario online de 18 minutos de duración a una muestra de 2.000 jóvenes tomada entre panelistas de la empresa Netquest.
Los resultados de este proyecto se volcaron en un Dossier de Investigación y en un Documental que los autores califican como un un viaje por la generación española de 21 a 30 años. Las conclusiones evidencian las singularidades de una colectivo heterogéneo, al tiempo que ponen en valor sus capacidades y desmontan algunos de los tópicos que comúnmente se asocian con dicha generación.
No todos los jóvenes son iguales: Los autores categorizan a los jóvenes en función de la manera en que éstos resuelven la tensión entre dos polos: “su propio impulso vital, su deseo” y “lo que de ellos se espera”. En este sentido hablarán de “Creadores” (jóvenes que impactan en lo social, transforman, influyen); “Adaptativos” (Intercambian vida, dinamizan) y “Estabilizadores” (producen, materializan y reproducen).
Críticos con la experiencia educativa: Los jóvenes mayoritariamente tienen la sensación de no tener apoyo en el descubrimiento de sus propios talentos. Sólo en el caso de la Formación Profesional se aproximan al 50% los que han sentido claramente que esta etapa les ha servido para descubrir-se en sus talentos. La otra queja recurrente tiene que ver con el mundo docente. Con excepción de la Formación Profesional, son mayoría los jóvenes expresando la escasez de profesores que han dejado una huella positiva en ellos, siendo la universidad -con diferencia- la etapa donde es mayor la crítica hacia el mundo docente.
No encajan bien con la idea de “parado o inactivo”: Sólo el 37% de los jóvenes que trabajan son independientes económicamente, el otro 27% realiza actividades laborales cuyos ingresos no permiten la independencia económica y otro 36% no genera ingresos propios. A este último respecto los autores lanzan una hipótesis interesante, según los autores existiría una “bolsa” de ocupaciones informales que en la EPA podrían no ser detectadas como actividad. Se refieren a ocupaciones discontinuas, esporádicas, ayudas familiares, trueques … que constituyen una parte de los quehaceres laborales desempeñados por los jóvenes.
Proyectan su futuro personal más positivamente que el futuro de su generación: El 43% ve más bien negativo el futuro de su generación mientras que el 45% tiene la sensación de que su futuro será más bien positivo. Los autores opinan que la imagen pública que se acostumbra a proyectar de la juventud española no cala en la percepción personal que el joven muestra sobre su propio futuro. Ello demuestra que, como parte de ese ordenamiento social, estamos instalados en un cierto estereotipo que distorsiona la propia percepción del joven.
El apoyo en el ámbito familiar potencia la vida de los jóvenes: La mayoría de los jóvenes reconocen que sus padres han sido un impulso en su vida, especialmente las madres que superan a los padres en un 12%. Si bien señalan la principal asignatura pendiente de sus padres: “ayudarme a descubrir qué quiero hacer con mi vida.”
Los amigos: son el capital social más valioso para los jóvenes. Los amigos suponen la prioridad principal para el 56% de los encuestados, está por encima de la vida en pareja (48%) o de tener hijos (28%). En expresión de uno de los entrevistados “donde hay un amigo, hay un puerto”